Una Casa que genera Vida:

El número áureo surge de la división en dos de un segmento guardando las siguientes proporciones: La longitud total a+b es al segmento más largo acomo a es al segmento más corto b.

También se representa con la letra griega Tau (Τ τ),³ por ser la primera letra de la raíz griega τομή, que significa acortar, aunque encontrarlo representado con la letra Fi(Φ,φ) es más común.

Se trata de un número algebraico irracional (decimal infinito no periódico) que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como “unidad” sino como relación o proporción entre segmentos de rectas. Esta proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza. Puede hallarse en elementos geométricos, en las nervaduras de las hojas de algunos árboles, en el grosor de las ramas, en el caparazón de un caracol, en los flósculos de los girasoles, etc.

Asimismo, se atribuye un carácter estético a los objetos cuyas medidas guardan la proporción áurea. Algunos incluso creen que posee una importancia mística. A lo largo de la historia, se ha atribuido su inclusión en el diseño de diversas obras de arquitectura y otras artes, aunque algunos de estos casos han sido cuestionados por los estudiosos de las matemáticas y el arte. (http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_%C3%A1ureo)

 

Los textos siguientes se extrajeron de: http://www.arqka.com/

 

2) ¿Qué es la Arquitectura Biológica?

Es el estado del arte para crear energía y maximizar la fuerza vital en la interrelación de los espacios y de los seres humanos que lo habitan. Es una serie de principios que determinan cuales simetrías o calidades del campo electromagnético permiten que las estructuras biológicas puedan prosperar.

 

¿Quiénes desarrollan el concepto de Arquitectura Biológica?

En el año 2006 ratificandose con el 1er Congreso Internacional de Arquitectura Biológica en la Universidad Iberoamericana en México; Ninón Fregoso, Arturo Ponce de Léon, Dan Winter, Michael Rice y Oldrich Hozman desarrollan el concepto de Arquitectura Biológica para construir espacios más sanos cumpliendo con los principios de la Geometría Sagrada y el Diseño Sustentable.

La Geometría Sustentable es aquella que explica la creación y la sustentación de la vida y ha sido empleada milenariamente en todas las grandes edificaciones que han tenido un impacto en la historia y en las sociedades.

 

La Arquitectura Bio-Energética se basa en una serie de principios que determina qué simetría o calidad de un campo eléctrico permite que las estructuras biológicas puedan prosperar.

 

La premisa es que la vida responde mejor a los diseños y materiales que están en concordancia con la naturaleza y evita las formas y los materiales dañinos pues minan la carga electromagnética también llamada “Carga de Capacitancia”.

El concepto central que distingue a la Arquitectura Bio-energética es el concepto de “Capacitor Biológico”,

Un capacitor es una estructura, integrada por capas alternas de conducción y aislantes, capaz de llenar y vaciar continuamente el campo electromagnético.

Si graficáramos el movimiento del campo electromagnético en un espacio natural durante un día obtendríamos una forma de onda sinusoidal, una de las formas que la naturaleza utiliza para crear vida. 

 

El fin último de La Arquitectura Biológica es el de crear campos de carga FRACTAL que sean implosivos.

Un campo de carga es un espacio delimitado con cierta calidad de energía electromagnética; y este campo se vuelve fractal cuando cumple con ciertas características que le dan la particularidad de ser auto-referente.

 

La ciencia de la implosión es la Ciencia de la Vida pues la implosión es la manera natural de congregar diferentes trazos, diseños y proporciones de manera tal que produzcan puntos de atención o concentración y por lo tanto espacios de mayor vitalidad.

 

La gran mayoría de los edificios actuales están diseñados bajo el concepto de “acumuladores artificiales” Los espacios donde vivimos son acumuladores artificiales por las formas, los materiales y el diseño que se emplean en su construcción.

Graficando el movimiento del campo electromagnético en un espacio diseñado bajo el concepto de acumulador artificial obtendríamos una línea recta descendiente, pues la carga o fuerza electromagnética que es equiparable a la VITALIDAD que hay en el un espacio, decrece conforme avanza el tiempo.

Así un espacio eléctricamente vivo es simplemente un espacio donde el campo electromagnético puede renovarse eficientemente y por tanto lograr una distribución adecuada de las ondas.

 

Estos dos conceptos son cruciales para poder hacer auténticas transformaciones en los espacios. Así de simple:

En un lugar construido como un capacitor biológico las semillas germinan 33% más que en un espacio construido como un acumulador artificial. Imagina lo que sucede cuando vivimos en estos espacios: decrece nuestra fuerza de vida.

 

Un fractal es una forma donde cada una de sus partes está contenida en Todo, es un objeto geométrico cuya estructura básica se repite en diferentes escalas. Es un concepto universal que sirve para describir como el microcosmos se relaciona con el macrocosmos. El concepto de fractalidad puede ser aplicable a diferentes escalas. Un ejemplo ideal de este concepto lo encontramos en los pétalos de una rosa, que se desdoblan a lo largo de la proporción áurea y que son fractales. Esto quiere decir que son capaces de interferir no destructivamente y atraer fuerza de vida hacia el centro o punto de implosión.

 

La molécula del ADN tiene forma de Dodecaedro, una forma geométrica construida con doce pentágonos regulares. Esto permite que la vida continúe. Tomamos así esta base geométrica, con sus proporciones, distancias, tamaños y medidas y lo trasladamos al diseño de una planta de conjunto.

 

Lo que obtenemos es la Ciencia de la Implosión, es decir la ciencia de cómo un espacio diseñado con los principios de la Geometría Sagrada Sustentable puede generar mayor fuerza de vida, armonía y paz en toda la construcción.

A menor nivel de fractalidad menor fuerza de vida, a mayor nivel de fractalidad mayor productividad, eficiencia, lucidez, paz mental, capacidad de enfoque y bienestar.

 

 

3) Tabla de Materiales según su capacitividad, fractalidad o capacidad de comprimir la carga en un campo electromagnético de una manera llamada “Interferencia Constructiva”:

 

 

 

Gráfico de las geometrías según el campo electromagnético que suportan

 

Las formas NO fractales y por tanto consumidoras de energía vital son las basadas en:

- el Tetraedro (4 vértices con tres aristas encontrándose a 60º)

- el Cubo (6 vértices y todos los ángulos rectos en general)

- el Anti-prisma cúbico y Rhombi-cub-octaedro (16 y 24 vértices son otros ejemplos de formas cúbicas no fractales)

 

Las formas fractales y por tanto generadoras de energía vital son las basadas en:

- el Octaedro (6 vértices y todas las formas piramidales con cuatro aristas encontrándose a 60º)

- la Bi-pirámide giro-alargada (10 vértices) y el Dodecaedro rombico (14 vértices) son ejemplos de formas basadas en rombos y octaedros.

- el dodecaedro (20 vértices) es pentagonal, la forma de capacitor más eficaz al estar basada en Φ (fi)

 

- el Icosaedro (12 vértices) es neutral. No consume ni genera sino conserva la energía vital.

La naturaleza utiliza formas hexagonales para el almacenamiento como en las colmenas o, a nivel molecular, en la química orgánica en los enlaces de carbono.